Los costos de la Independencia

El costo de la Independencia no solo se refiere al valor monetario de la guerra, si no que también a lo difícil que fue adaptarse al nuevo modelo político.

El problema económico en 1818

E.l problema económico tras la Guerra de Independencia se explica por el enganche de campesinos. El «enganche» se refiere a la búsqueda que realizaban patrullas militares en sectores pobres del campesinado, enrolando a jóvenes analfabetos para combatir, todo con el permiso del patrón del fundo, que muchas veces pasaba a ser un oficial del ejército. Los campesinos abandonaron sus tierras y por lo tanto la productividad agrícola fue menor. Ésto se amplifica en la reconquista con el arresto de hacendados patriotas, y la destrucción de cosechas durante las acciones militares propias de la guerra.

Costo monetario.

Las cifras que nos permiten establecer una relación de los gastos y pérdidas son la comparación del ingreso fiscal y el gasto fiscal entre los años 1810 y 1821. Los ingresos en 1810 fueron de 7670 millones de pesos y en cambio en 1821, la disminución es notable, pues es de 3029 millones, menos de la mitad; en cambio los gastos se mantuvieron, siendo en 1810 de 3899 millones, y en 1821 el gasto fue de 3224 millones de pesos. El déficit es apreciable. Los gastos estaban además orientados a lo militar, pues es en esa época que se financia la Escuadra Libertadora del Perú, que dejará endeudado al país por varios años.

Un difícil aprendizaje.

Fue tan difícil lograr que las nuevas autoridades tras la independencia se legitimaran ante las demás personas, que muchos historiadores del siglo XIX se refieren a este período como «anarquía», es decir una ausencia de autoridades, y por cierto una existencia de un Estado. Objetivamente nunca fue tan grave la situación, pero si la percepción. La palabra clave aquí es inexperiencia. Mientras gobernó O’Higgins, entre 1817 y 1823, aplicó una fuerte represión que mantuvo al país ordenado. Es después de su forzado retiro que las dificultades se iniciaron. Los gobernadores e intendentes del sistema político español dejaba de lado a los criollos, y ellos, esta clase social privilegiada, debían aprender a compartir el poder, a respetarse entre ellos, a no quedarse eternamente en el poder. Es decir, a vivir en una plena democracia representativa, con un Estado republicano poseedor de un objetivo que se menciona difusamente como el «bien común».

Las diferencias entre chilenos.

Primero es necesario aclarar que las diferencias a las que se refiere este párrafo son al interior de la clase criolla. Los demás no son considerados en esa época, a pesar de los esfuerzos para establecer la meritocracia.

Las diferencias surgen entre el grupo de los hacendados, los ricos de la colonia, y los militares exitosos durante la guerra de la independencia. Fue una relación de amor y de odio, pues si bien intentaban los aristócratas minimizar a los militares como autoridad política, en forma reiterada se apoyaron en ellos para lograr ser gobierno.

Dentro de los criollos, además, había dos grupos políticamente diferenciados, debido a un tema generacional. La mayoría de los hombres maduros hacendados eran de una tendencia conservadora, con una clara integración con la Iglesia Católica. Y el otro grupo era más joven, son los liberales, que buscan una mayor igualdad en la toma de decisiones de las distintas zonas del país, y una menor injerencia de la Iglesia en la toma de decisiones del gobierno.