La minería durante la colonia

La minería prehispánica fue continuada por los conquistadores españoles. A los lavaderos se agregaron las minas, muchas veces simples hoyos en la tierra, muy peligrosos.

Los lavaderos.

La explotación minera ya era hecha por las culturas prehispánicas, extrayendo metales preciosos como el oro, y otros de uso común como el hierro y el cobre. Cerca de Santiago existían los lavaderos de oro de Marga-Marga  y de Quilacoya, explotados en el siglo XVI por Pedro de Valdivia, pero pronto se agotaron. Esta manera de obtener el mineral se hace a ras de piso, buscando entre las piedras que son arrastradas por la corriente de un riachuelo algunas «pepas» de oro. Se ocupaba un alto número de buscadores, que en estos casos eran indígenas esclavizados.

Las minas.

Las minas se comenzaron a instalar en América junto con la llegada de los españoles. Los españoles establecieron como norma legal que bastaba con descubrir una veta y luego comenzar a explotarla. Las únicas obligaciones eran entregar como tributo un quinto de la producción al rey, el impuesto del «quinto real»; y mantener una explotación sin interrupciones. Este era un sistema ya utilizado en Europa, y consiste básicamente en un hoyo en la tierra, muy vertical, y con galerías subterráneas. El aire se hacía irrespirable, y los mineros morían con mucha facilidad a causa de derrumbes y enfermedades. Los minerales que extraían los españoles, además del oro, eran mercurio, pirita de hierro, sal, cobre y plata. Con la explotación del mercurio ocurrió algo muy singular, en 1589 fue prohibida debido a que eran los ingleses los que más provecho sacaban de este mineral. El castigo en el Imperio español por no obedecer esta prohibición era la muerte. Sin embargo, muchos mineros continuaron extrayéndolo y a través del contrabando de piratas llegaba finalmente a los puertos ingleses. Al principio se usó mano de obra indígena, pero ésta  comenzó pronto a desaparecer. Sus agotadoras jornadas de trabajo, mucho más de lo legal, sumado a enfermedades infecciosas los hacen extinguirse en gran parte del imperio. Van a ser reemplazados en algunos lugares por los esclavos negros africanos, y en otras partes por los mestizos, descendientes de nativas y españoles.

Yacimientos en Chile colonial.

En Chile las principales minas de oro estuvieron en Andacollo, Chucumata, Copiapó, Inca, Catemu y Petorca;  en explotación durante el siglo XVI.  La minería de plata fue realizada en las cercanías de Copiapó, y con la ayuda del mercurio para separarlo del plomo, en las cercanías de Quillota. Importante es destacar que ya en tiempos coloniales el cobre era el mineral más extraído en Chile, pero su impacto económico no era muy alto debido al bajo precio que tenía entonces. Sin embargo en el siglo XVIII, con la fabricación de cañones y balas de bronce (cuyo principal ingrediente es el cobre) la actividad de las minas de cobre fue importante para las comunidades de Coquimbo, y todo el valle de Elqui, y en las zonas cordilleranas entre el desierto de Atacama hasta el río Aconcagua. Los mineros durante todo el período colonial trabajaron “a pala y picota”, y adquiriendo enfermedades mortales tales como la silicosis y otras invalidantes como la artritis. El gremio minero, integrado principalmente por mestizos, se convirtió en uno muy pobre, sin arraigo, moviéndose de mina en mina a medida que las vetas se agotaban.