La rebelión de los comuneros

A continuación te presentamos el antecedente más relevante del proceso de independencia colombiano: «El levantamiento armado de 1781», que involucro a los pobladores de Neiva, Nariño Cauca y la costa atlántica.

Causas, contexto social y económico

Las reformas borbónicas habían afectado indistintamente a todos los estamentos sociales americanos. Y las primeras formas de resistencia a ellas ocurrieron en los estamentos más acaudalados, esto porque las reformas agudizaron el conflicto ya histórico que existía entre criollos y españoles. Los primeros detentaban el poder económico, mientras los segundos el poder político. Esto se explicaba porque los criollos eran descendientes de los primeros conquistadores y por lo tanto herederos de sus tierras y riquezas , mientras que los españoles eran quienes ocupaban los diferentes cargos políticos de la corona, es decir eran funcionarios públicos, que tenían prohibido realizar negocios en el lugar donde desempeñaban sus cargos. Por lo que los peninsulares que llegaban en su mayoría no eran poseedores de grandes fortunas

Esto explica el resentimiento criollo de verse imposibilitados por mandato de la corona de ocupar cargos políticos y administrativos. Y quienes eran elegidos por la Corona nada tenían que ver con las necesidades y los intereses americanos. Junto con esto, y pese a no poseer las riquezas de los criollos, los peninsulares se jactaban de su sangre pura, mientras que les decían a los criollos que su sangre estaba manchada con la tierra americana, lo que dejaba en evidencia el carácter racista de la sociedad colonial. Por otro lado en América hispánica, ya se habían levantado diversos movimientos comuneros contra la Corona Española, entre ellos encontramos: El Movimiento en la capitanía general de Venezuela, La audiencia de Quito y el Virreinato del río de la Plata. El periodo de rebeliones en América llega hasta 1780 con el levantamiento de Túpac Amaru en Perú.

Serán los impuestos el gran detonador de esta rebelión. La Corona española pretendía subir los impuestos para sostener la guerra que mantenía contra Inglaterra.

La Protesta del Socorro

En 1779 el regente visitador Juan Francisco Gutiérrez Piñeres fue enviado por la Corona española a Santafé de Bogotá a recaudar dinero para la guerra recientemente declarada contra Inglaterra. Se sube el impuesto de la sal, el tabaco, los juegos de cartas y los textiles de algodón. Lo que provocaba el incremento de precios de alimentos y bienes de consumo.

En Nueva Granada todo comienza el 16 de marzo de 1781. Como este día era día de mercado, las autoridades lo consideraron oportuno para fijar el Edicto con los nuevos impuestos. Esto produjo gritos de protesta y una multitud se reunió en la plaza, Manuela Beltrán, una mujer de origen más bien humilde, en un gesto de rebeldía junto a otros inconformes, rompió el edicto que planteaba el cómo debían ser pagados los impuestos, éste gesto comunico a las autoridades la ira contenida. Así una multitud de hombres y mujeres vociferan que no pagarían las contribuciones, aclamando: «VIVA EL REY, PERO NO PAGAREMOS LA ARMADA DE BARLOVENTO»,  institución militar creada por La Corona para proteger sus territorios ultramarinos americanos de ataques de enemigos europeos, de piratas y corsarios. En ese momento el pueblo enfurecido asalto los almacenes de los estancos, los funcionarios fueron perseguidos por las calles y sus casas igualmente saqueadas. El motín comienza a extenderse por otras ciudades estallando motines en San Gil, Simacota, Charalá y Mogotes.

La dimensión alcanzada produjo la necesidad de darle una conducción adoptar objetivos de lucha común y celebrar para esto una reunión en el Socorro el 16 de Abril, a la que debían concurrir representantes de las villas sublevadas. Estos se constituyeron en una Junta que se denomino Común, la que dio origen al nombre de comuneros. En un comienzo la rebelión estuvo en manos de mujeres y hombres de origen humilde, pero poco a poco incluso los propios criollos temieron del poder que podían alcanzar los más humildes. Se proclama como jefes del Comun a Juan Francisco Berbeo, comandante general, y como capitanes a Antonio Monsalve, Francisco Rosillo y José Antonio Estévez. A ellos se agregan después Ramón Ramírez y Joaquín Fernández Alvares. Este grupo recibió el nombre de Supremo consejo de Guerra.

El ejército comunero

El Consejo de Guerra actuó como una especie de comando centralizado desde el Socorro, era ésta la instancia donde se dirigían todas las quejas, sugerencias o acciones . Y también se encargaba de todas las acciones directas . El mando central esta a manos de los criollos o por líderes indígenas como es el caso de Ambrosio Pisco, quien aunque era descendiente indígena vivía muy alejado de los intereses de su pueblo pues se había convertido en un mercader de peso. Los cargos inferiores fueron ocupados por gentes de los sectores populares quienes se encargaban influenciar a la población. De este modo se garantizaba unidad entre el ejército y el cumplimiento de las órdenes.

La marcha hacia Santafé

La prioridad del Supremo consejo de guerra era movilizarse hacia Santafé, en su camino se enfrenta al ejercito pacificador el que es derrotado por los comuneros. Estos últimos lograron reunir unos 20.000 hombres. Avanzaron con la toma de Girón, y el 29 de mayo llegaron a Zipaquira. Las autoridades preocupadas por el avance de los comuneros lograron firmar un acuerdo que restablecía los antiguos precios del agua ardiente y el tabaco. En Zipaquirá se produjo la primera división entre quienes querían negociar y quienes querían avanzar hacia Santafé.

Segunda etapa de radicalización y expansión de la revuelta

Tras la firma de los acuerdos y las capitulaciones, José Antonio Galán da un nuevo rumbo a la revuelta al hacer liberaciones de esclavos, repartos de tierras y al sustituir a algunas autoridades.
En esta segunda etapa mestizos, negros e indígenas plantean reivindicaciones propias, negando la autoridad real y el acuerdo alcanzado por los criollos, quienes ya se habían apaciguado, y reconocido a Túpac Amaru como el nuevo rey de las Indias. La lucha continúo hasta que Galan fue capturado en Onzaga-Santander. En Socorro es juzgado bajo pena de muerte y al desmembramiento de su cadáver, repartiendo su cuerpo por diferentes poblados y ciudades.
Pese a esta derrota, la rebelión demostró a los criollos que podían hacer frente a la Corona y sus intereses.