Guerras napoleónicas

El imperio francés de Napoleón ocupó España por 6 años. La guerra en su contra incluyó a casi todos los países europeos, incluyendo a España, en que fue llamada «la Guerra de la Independencia».

Las Guerras Napoléonicas son la serie de conflictos armados que hubo entre Francia y otros países europeos alrededor del año 1800. En el caso de España se enfoca en lo que es conocido como la Guerra Peninsular o Guerra de la Independencia. Se manifiesta tanto en un conflicto interno español entre «afrancesados» o partidarios de ser parte de Francia, y los patriotas, absolutamente contrarios a tal idea. Pero es también una guerra externa, en la cual Francia y España aparecen en un primer instante como aliados contra Portugal, pero al desencadenarse la abdicación de Fernando VII y su condición de prisionero en Francia, se convierte en una guerrilla en contra de los franceses, específicamente contra la autoridad designada por el emperador de Francia: su hermano mayor José Bonaparte.

El 27 de octubre de 1807 se había firmado el tratado de Fontainnebleau, en que se permitía a las tropas francesas pasar por territorio español para atacar por la línea de frontera terrestre a Portugal. Así el 18 de octubre de 1807 los franceses ingresaron a España con rumbo a Portugal. Pero las intensiones de Napoleón Bonaparte, emperador de Francia, eran mucho más ambiciosas. Su idea era aprovechar la circunstancia de tener las tropas en España y usarlas para ocupar las grandes ciudades, obtener el apoyo popular y derrocar a la dinastía Borbón. Sin embargo, los españoles en su mayoría estuvieron lejos de apoyar a los extranjeros, por el contrario desencadenaron una ola de violencia en su contra.

Las abdicaciones de Bayona

El apoyo que dio España a Francia era una mezcla de las presiones que llevaba haciendo desde hacía años, y por el ministro Manuel Godoy. El rey Carlos IV había nombrado ministro a Manuel Godoy, quien había logrado un acercamiento a Francia, fuertemente apoyado por los «afrancesados». El príncipe heredero al trono, que después va ser conocido como Fernando VII, se puso en contra del ministro y por lo tanto también en contra de su padre el rey Carlos IV. Con una fuerte presión francesa Carlos IV abdicó en favor de su hijo Fernando VII. Pero las cosas no quedaron ahí. La pugna entre ambos reyes continuó, y pretendiendo mediar Napoléon se reunió con ambos en Bayona. En ese lugar Carlos IV entrega sus derechos reales a Napoleón, y Fernando VII regresa el poder a su padre. De esta manera Napoleón se apodera de la Corona española. Napoleón nombró a su hermano mayor José como rey de España. En Madrid una rebelión se desata, la cual es duramente reprimida por las tropas francesas. El rey Fernando VII debió quedarse en Bayona, en calidad de prisionero.

Los combates

El conflicto se observa desordenado, debido a la gran cantidad de grupos guerrilleros que combatieron contra los franceses. Por otra parte las fuerzas aliadas europeas en contra de Napoleón tuvieron como comandante a Arthur Wellesley, Duque de Wellington. Más que una guerra en contra o a favor de España, es una guerra entre ingleses y franceses hecha sobre el territorio español. Tanto un bando como el otro arrasan con la industria española y hacen saqueos en cada pueblo por el cual pasan. Especialmente afectada resultó Cataluña.

Los españoles logran organizarse como ejército y comienzan a tener sus primeras victorias en 1808, en la batalla de Bruch y en la de Bailén, que provocaron la retirada francesa al norte del río Ebro. La reacción francesa vino con Napoléon en persona, avanzando por territorio peninsular hasta que el año 1812 decidió movilizarse a Rusia. Los franceses perdieron unos 110 mil hombres en esta guerra y los aliados unos 60 mil.

En la última etapa de la guerra, los españoles, ahora aliados de los ingleses, vencieron en Arapiles el 22 de julio de 1812, iniciándose la gran marcha hasta Los Pirineos. Los franceses debieron firmar la paz, hecho ocurrido el 11 de diciembre de 1813 en Valencay. En el tratado se reconoce a Fernando VII como rey español. La guerra continuó por unos meses más hasta el 6 de abril de 1814 en que Napoleón abdica al trono de Francia.

Para Napoleón la Guerra Peninsular fue el inicio de su derrota total.