La conquista de Tenochtitlán

La conquista de Tenochtitlán marcó el triunfo español sobre el Imperio azteca

La llegada de los españoles a territorio mesoamericano estuvo marcado por una serie de alianzas que serían esenciales para entender el desarrollo de las relaciones entre ibéricos y mexicas, y que explicarían los hechos que precederían la conquista de Tenochtitlán.

Avance hacia Tenochtitlán

El 8 de noviembre de 1519, los españoles fueron recibidos en Tenochtitlán por el emperador Moctezuma, quien veía en la llegada de los ibéricos el retorno del dios Quetzalcoatl.

Los españoles, liderados por Hernán Cortés fueron bienvenidos y alojados en el palacio Axayacatl. Sin embargo, el viaje hacia esta ciudad sólo pudo realizarse debido las alianzas estratégicas y otras medidas coercitivas.

Alianzas estratégicas

La alianza más relevante que marca y favorece el avance ibérico fue la conseguida con los tlacaltecas, pueblo enemigo de los mexicas que no había logrado ser sometido.

Los tlacaltecas, que habían logrado unir a otros pueblos indígenas subyugados por la violencia del Imperio Azteca, encontraron en la llegada de las huestes españolas, el momento propicio para hacer frente a la Triple Alianza.

Las alianzas con los pueblos enemigos de los aztecas fueron esenciales para el avance de los españoles ya que el ejército azteca estaba compuesto por la mitad de la población que habitaba en ese entonces Tenochtitlán (300.000 habitantes).

Sometimiento

Sin embargo, no sólo alianzas pactadas bilateralmente permitieron éste avance. Hubo pueblos que fueron brutalmente sometidos por los españoles. Uno de los hechos que dan cuenta de aquello fue la matanza, saqueo y quema de Cholula, que fue utilizado como ejemplo para atemorizar a otros pueblos indígenas vecinos.

Estadía en Tenochtitlán

Tras ser recibidos en la capital azteca, en noviembre de 1519, los españoles tuvieron una permanencia pacífica, favorecidos por la férrea creencia del tlatoani. Sin embargo, en Nautla estalló una rebelión totoneca en contra del sistema de tributos mexica, azuzada por Hernán Cortés, que generó una respuesta inmediata de los oficiales aztecas que no dudaron en exterminar a Juan de Escalante y seis hombres de la hueste española.

Tras este hecho, Cortés le exigió a Moctezuma la captura y muerte del responsable directo, Cuahupopoca y ante las presiones del español, el emperador accedió, quemándole en la hoguera.

Ante la subordinación del emperador, nace un profundo malestar en el pueblo mexica que estallaría después de la matanza al templo de Huitzilopochtli durante la festividad sagrada de Toxcal ejecutada por  Pedro de Alvarado, el día 10 de mayo de 1520.

Mientras tanto, Cortés enfrentaba las huestes de Pánfilo de Narváez enviadas por Diego de Velásquez con el fin de capturarle por su insubordinación. A su victorioso retorno a la capital azteca, Cortés intentó utilizar al emperador como mediador, pero éste ya no contaba con el apoyo popular y fue lapidado por su propio pueblo, muriendo en los días consecutivos.

El resto de los españoles recibiría similar ataque por lo que decidieron retirarse. La noche del 30 de junio de 1520 se marchan del lugar e intentaron huir con la mayor cantidad de oro posible, sin embargo, fueron atacados en su huida por los aztecas y los capturados fueron sacrificados en el templo otrora atacado. Este hecho sería conocido como la Noche Triste.

La caída de Tenochtitlan

Cortés se retiró para reorganizarse en Tlaxcala. El 8 de julio de 1520, se enfrentaron en la Batalla de Otumba con los aztecas y al borde de ser derrotados, lograron dar con el estandarte del jefe mexica, lo cual simbolizaba la derrota de los indígenas.

Gracias a este azaroso hecho, Cortés reorganizó su ejército conformado principalmente por los pueblos indígenas que habían sido avasallados por el poderío azteca. Se logró sitiar Tenochtitlán por dos meses, cortándoles el suministro de agua potable, tras de lo cual, Cuauhtemoc, el último tlatoani se entregó ante la enorme devastación causada por el largo asedio.

La capitulación ocurrió el día 13 de agosto de 1521, lo que selló la caída de Tenochtitlán. Este hecho histórico, marca el avance generalizado de los españoles en territorio mesoamericano.