La Junta de Cádiz de 1812

La Junta de Cádiz de 1812 se realiza tras el vacío de poder dejado por la captura del rey.

Ante la ausencia del monarca español, las cortes de Cádiz se reunieron, iniciando una revolución liberal burguesa que buscaba reemplazar el Antiguo Régimen por una sociedad basada en los ideales ilustrados.

Razones y Funciones de la Junta

El cautiverio del rey Fernando VII provocó un vacío de poder, aun cuando los borbones habían solicitado que la regencia de José I fuera aceptada. Gran parte de los españoles se negaron a aceptar la nueva autoridad como legítima, como respuesta, se organizaron Juntas Provinciales que adoptaron la soberanía y que para poder coordinarse entre ellas constituyeron la Junta central en septiembre de 1808.

La Junta Suprema Central de las Cortes de Cádiz cumplió diversas funciones. En primer lugar, organizó la resistencia, su ejército, los suministros y los contactos con los enemigos  de los franceses, llevo a cabo una reorganización administrativa y política central del país, y también promovió una convocatoria a Cortes para que decidieran acerca de reformas sociales y la elaboración de una carta fundamental.

Para lo último, se realizó una consulta a los ciudadanos y autoridades para que decidieran qué medidas se tomarían. Además, se creó una Comisión de Cortes que abordaría los temas principales como la limitación del poder real, derechos cívicos, reformas y participación de la nación en el poder legislativo. La junta determinó que los diputados serían elegidos por sufragio universal de hombres mayores de 25 años y estableció la creación de Cortes bicamerales.

Muchas de las provincias ocupadas por el ejército napoleónico no pudieron llevar representantes siendo reemplazados por suplentes de Cádiz. Esto propició que se diera un ambiente liberal y que su ideario se concretara en la nueva legislación.

Tendencias

Los diputados patriotas se dividieron en dos tendencias:

Absolutistas o serviles: deseaban que el antiguo régimen retornara, por tanto defendían el poder real y la representatividad del monarca.

Liberales: partidarios de la soberanía nacional, estaban a favor de aprobar una constitución, inspirados en la carta fundamental francesa de 1791.

El 24 de septiembre de 1810 se realizó una Asamblea Constituyente con los 184 diputados que representaban a las diferentes regiones de España.

Constitución de 1812

Promulgada el 19 de marzo de 1812, fue la primera constitución española. Determinó que España era una nación libre e independiente que adoptaba la forma de gobierno de la monarquía constitucional, siendo Fernando VII el monarca legítimo.

La carta fundamental establecía:

  • La división de los poderes del estado (ejecutivo, legislativo y judicial),
  • La soberanía nacional radica en el pueblo quien sería representado por las Cortes.
  • Derechos naturales, legítimos e inalienables del individuo como la igualdad ante la ley, la libertad de expresión y prensa, y el derecho a la propiedad.
  • Fin a los privilegios de la sociedad estamental
  • Voto universal masculino indirecto, todos los ciudadanos tienen derechos y los que se postulen a diputados deberían ser varones mayores de 25 años que acrediten una renta.
  • Religión católica como única y legítima (aspecto que fue ganado por los conservadores).
  • Creación de una milicia nacional que defienda la constitución y soberanía.
  • Derecho a educación primaria pública y gratuita.
  • Abolición de instituciones del Antiguo Régimen como la Inquisición, el mayorazgo, gremios, señoríos jurisdiccionales, entre otros.

Relevancia histórica

La constitución de 1812 marca un hito fundamental en la historia de España, no sólo por ser la primera en su tipo sino por las implicancias que conllevó. Inspirada en los ideales ilustrados y con ejemplo de la constitución francesa, está carta fundamental fue más progresista, ya que incluyó el concepto sufragio universal y amplió la garantía de los derechos.

No obstante, la Guerra de Independencia impidió que se ejecutase y se pudiera llevar a cabo la legislación. Una vez retornado el rey Fernando VII de su cautiverio, eliminó la constitución y las medidas de las Cortes de Cádiz a partir de marzo de 1814.

Sin embargo, esta constitución fue un referente del liberalismo y una fuente de inspiración para otras constituciones de América y Europa.