Las Flotas de Nueva España

Las Flotas de Nueva España, finalidad,  puertos usados, productos transportados y su vigencia.

Si hoy quisieras viajar desde Ciudad de México a España, aproximadamente tardarías unas 12 horas en avión, si ese mismo viaje lo hubieses hecho en un barco de madera hace cinco siglos atrás, lo más probable es que hubieses tardado entre 102 a 130 días dependiendo de las condiciones climáticas y del posible ataque de corsarios. En 1561 España estableció un sistema de flotas con la finalidad de afianzar el monopolio comercial, reducir los tiempos de traslado con embarcaciones más rápidas que sus antecesoras y escoltadas con naves de guerra para evitar así el ataque de piratas.

Los Galeones y el Sistema de Flotas

El sistema de flotas básicamente, estaba constituido por embarcaciones de madera a vela impulsada por el viento, llamada Galeones, las cuales eran más rápidas y fáciles de maniobrar que su antecesora Galera.

Sus dimensiones variaban según las funciones que prestaban. En general eran de mayor tamaño que  las carabelas usadas por Cristóbal Colón, pero más pequeñas que las Galeras. Podían ser utilizadas como medio de transporte de personas, mercancías o para fines bélicos.

En 1561 España, establece un sistema de flotas con el tipo de embarcación mencionado anteriormente, las cuales debían ir escoltadas por naves de guerra, con la finalidad de impedir el ataque de piratas, el contrabando y mantener el monopolio comercial entre España y sus Colonias.

Puertos utilizados por el Sistema de Flotas de Nueva España.

El centro de operaciones del sistema de flota era el puerto de Sevilla, el cual al encontrarse a 70 millas corriente arriba otorgaba protección no sólo de tormentas atlánticas, si no también de incursiones de piratas. Además, este puerto tenía una asociación de mercaderes llamados “consulado” quienes disfrutaban del favor de la monarquía española, otorgando a este puerto una clase mercantil poderosa y bien establecida que permitió la supremacía de este por sobre el puerto de Cádiz hasta la segunda mitad del siglo XVII.

En América la localización de la riqueza minera, agrícola y demográfica determina dos puertos de mayor importancia: el de Veracruz en México y el del Callao en Perú, ambos focos de expansión del imperio colonial. A su vez, la importancia de conectarse de forma segura con Sevilla hace del Panamá un puerto estratégico para éste fin. Cartagena de Indias por su parte, constituyó un gran aporte a zonas secundarias al igual que La Habana. Este último muy valorado por la corona española, quien aportaba dinero extra para su mantenimiento y fortificación, por ser considerado una especie de oasis antes de embarcar hacia el largo viaje de regreso a  España.

Productos transportados por las Flotas de Nueva España.

En un comienzo España enviaba a sus Colonias productos manufacturados, trigo, vid, cerdo, ovejas, ganado bovino, pero mayoritariamente personas, quienes eran la carga principal que salía desde Europa, se estima que “Antes del siglo XVI alrededor de 300.000 personas habrían sido embarcadas hacia América” (Leslie Bethell “ Historia de América Latina” tomo II pp. 58)

A su vez, desde América a España se transportaba, maíz, patatas, caña de azúcar, cacao, corteza de quinina, oro y plata. Debido a la complicada relación entre tiempo, peso, volumen y rentabilidad, los españoles preferían transportar metales preciosos en vez de otros productos agrícolas, los cuales tenían una fecha de expiración que difícilmente podía ser superada con las limitaciones del transporte de la época, relacionado con los tiempos de traslado entre un continente a otro hasta inicios del siglo XVIII. Posteriormente, la disminución demográfica indígena y el agotamiento de los metales preciosos en América, entre otros factores, generaron un aumento en el traslado de personas principalmente esclavos provenientes de África y productos manufacturados en su mayoría elaborados en Inglaterra y Francia.

Vigencia del Sistema de Flotas

El sistema de flotas, pese a ser muy costoso de mantener, sobre todo posterior a la época del auge de la extracción de metales preciosos, estuvo vigente por más de dos siglos, debido a su efectividad en el control del monopolio y la disminución de los ataques de piratas holandeses y franceses  a navíos españoles, sin embargo, no fue efectivo en la reducción del contrabando, es por eso que  en 1748 se implementa el «Sistema de Navío de Registro», cuya principal característica era que  las embarcaciones debían registrarse antes de salir de cada puerto, buscando con ello evitar el contrabando que había proliferado con el sistema anterior.