México y la amenaza de reconquista

México estuvo bajo amenaza de reconquista desde la obtención de la independencia en 1921 hasta 1929.

Tras la guerra de independencia de México, las amenazas de reconquista siguieron latentes y fueron un problema importante para la seguridad nacional. El rey español Fernando VII se negó a reconocer la independencia mexicana e intentó recuperar sus antiguos dominios.

Cortes de Madrid

Tras la declaración de Independencia de México, los diputados miembros de las Cortes de Madrid, que gobernaban España, decidieron que los representantes de Nueva España ya no podrían participar de las sesiones y decidieron rechazar la firma de los Tratados de Córdoba. Ante esta situación, los diputados novohispanos decidieron retornar hacia América mientras que el rey Fernando VII recuperaba el poder con la ayuda de la Santa Alianza, restaurando la monarquía absolutista en la península ibérica.

Control peninsular en San Juan de Ulúa

El último bastión novohispano en manos españolas, el castillo de San Juan de Ulúa, se presentaba como una gran preocupación para el gobierno mexicano quienes temían que desde aquí se produjera un intento de invasión. Sin embargo, la armada de México estaba muy debilitada y no contaba con la fuerza suficiente para hacer sucumbir a los españoles que habitaban la isla. El gobernante de ese entonces, Agustín de Iturbide, asumiendo esta situación optó por negociar con los peninsulares logrando, al menos, un periodo de relativa paz.

Tras la llegada de Antonio López de Santa Anna al gobierno de Veracruz y de Francisco Lemaur a la isla española, las relaciones se arruinaron. El líder peninsular dictó leyes arbitrarias que afectaron la soberanía mexicana y agudizaron las diferencias, al punto de que los españoles bombardearon el puerto Veracruz, con serias consecuencias sobre la población mexicana.

Como respuesta, el gobierno mexicano decidió imponer un bloqueo sobre la isla de San Juan de Ulúa el día 8 de octubre de 1823, asimismo, se compró una nueva escuadra que enfrentó a los españoles y los derrotó tras un asedio militar. Como consecuencia, los peninsulares de San Juan de Ulúa se rindieron el 23 de noviembre de ese mismo año.

Las leyes de empleo y de expulsión

Tras el triunfo en San Juan de Ulúa, los niveles de antihispanismo se elevaron en México. Rápidamente se tomaron medidas en contra de los habitantes españoles que vivían territorio mexicano, a pesar de algunas resistencias de cierto sector.

En mayo de 1827, bajo el gobierno de Guadalupe Victoria, se promulgó la ley de empleo que prohibió el acceso a cargos públicos, civiles o militares a los españoles, y en diciembre fue promulgada, a nivel nacional, la ley que los expulsó de México. Esto trajo consecuencias negativas para la economía mexicana.

La amenaza en la isla de Cuba

A pesar del triunfo en San Juan de Ulúa, la amenaza de reconquista seguía latente y México seguía temeroso de que los españoles utilizaran a Cuba como plataforma para un ataque. Fue así como se decidió realizar movimientos de tropas en aguas cercanas a la isla con la consiguiente Batalla de Mariel, que significó una derrota para la patrulla mexicana.

Un año después, los españoles iniciaron una ofensiva desde Cuba. Al mando del brigadier Isidro Barradas, los españoles asolaron el puerto de Tampico realizando un avance hacia el centro de esta ciudad, donde se enfrentaron con las fuerzas mexicanas bajo el mando de Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán.

El 11 de septiembre tras un fallido intento de los peninsulares por hacerse del Fortín de la Barra se terminan los enfrentamientos en la Batalla de Pueblo Viejo, y el brigadier español decide capitular abandonando el país. Este hecho consolidó la Independencia de México.

Reconocimientos de la Independencia

Tras la muerte del rey Fernando VII, España y México firmaron un Tratado de Paz y Amistad en diciembre de 1836, mediante el cual la corona española, representada por la viuda de Fernando VII María Cristina de Borbón, reconoció la soberanía de México y de las otras antiguas colonias hispánicas.