Dinastía Zhou o Chou (1.027 a 256 a. de C. aprox.)

Esta dinastía se caracterizó por establecer dos ciudades capitales en los dos extremos del territorio que dominaban; en el lado occidental la capital se ubicó en la ciudad Zhouzong, en las cercanías de la actual ciudad de Xi’an, y en el sector oriental la capital se encontraba en la ciudad de Chengzhou, que estaba en las inmediaciones de la actual ciudad de Luoyang.

Debido a la preponderancia de las capitales en la evolución histórica de la dinastía Zhou, el estudio de esta se divide en dos periodos que se diferencian por el traslado de las autoridades desde Zhouzong hacia Chengzhou. La primera etapa de la dinastía Zhou, conocida como Zhou occidental, se extiende entre los años 1.027 y 771 a. de C.; la segunda etapa, denominada Zhou oriental, va desde el año 771 hasta el 256 a. de C. año en que muere el último rey Zhou. A su vez, el periodo de los Zhou orientales se segmenta en dos etapas: el Periodo de las Primaveras y Otoños (771 a 418 a. de C.) y en el Periodo de los Reinos Combatientes (480 a 221 a. de C.).

La dinastía Zhou dividió su territorio de influencia en varios pequeños estados que eran gobernados por autoridades locales que en la teoría prestaban obediencia a Zhouzong (luego a Chengzhou), pero que en la práctica poseían altos grados de autonomía; de hecho, el crecimiento de las ciudades del reino debilitó la autoridad central, pues en la medida que aumentaba la actividad comercial, también aumentaba el poder de las aristocracias locales. Finalmente, hacia el año 256 a. de C., los conflictos locales terminaron por derrocar a la dinastía Zhou y el territorio que dominaban se separó en siete estados independientes.

El periodo de la dinastía Zhou fue de gran desarrollo cultural, y en él aparecieron los dos grandes sistemas religiosos y filosóficos originales de China: el confucionismo y el taoísmo; ambas cosmovisiones, surgieron en el Periodo de las Primaveras y Otoños. Sin embargo, durante el Periodo de los Reinos Combatientes, la dinastía sucumbió frente a los ataques de las demás ciudades.