Evolución Humana: La Hominización

Los actuales seres humanos somos el último eslabón de una larga cadena de cambios biológicos que se vienen sucediendo desde hace aproximadamente unos tres millones de años. Este es uno de varios procesos evolutivos que han sufrido las especies, y se conoce bajo el nombre de Hominización.

Los seres humanos pertenecemos a la rama de los mamíferos placentarios (este nombre proviene de la conexión entre el útero y el embrión a través de la placenta). Los científicos estiman que hace 65 millones de años aparecieron sobre la superficie terrestre el orden de los mamíferos placentarios primates. Estos se separan en dos grupos: los prosimios (lémures, loris y traseros) y los antropoides (monos, gorilas y humanos). A pesar de esta división, los primates compartían características comunes como el pulgar oponible, la visión estereoscópica, grandes cerebros y uñas que reemplazaron a las zarpas.

Treinta millones de años atrás, el continente africano estaba cubierto por densas selvas y bosques, pero sucesivas modificaciones climáticas provocaron un efecto de deforestación que generó una sabana de baja humedad. Esta transformación provocó que numerosas especies desaparecieran (pues no fueron capaces de adaptarse al medio) y que otras evolucionaran (gracias a su capacidad de adaptarse al medio). Entre los primates, estos cambios implicaron que de los antropoides derivaran dos especies diferentes: los monos y los hominoides (humanos y gorilas).

Algunos investigadores sostienen que desde la aparición de los hominoides se desarrolló como especie dominante entre ellos un pequeño primate conocido como Ramaphitecus, el cual ha sido sindicado como el antepasado directo de los primeros homínidos. Este Ramaphitecus se habría desarrollado en el actual territorio de Kenia, entre 14 y 8 millones de años de antigüedad.

Los Homínidos

La evolución humana es el proceso de cambio que dio origen a la aparición del ser humano actual, el Homo Sapiens.

La principal característica de este proceso es la carencia de un sentido unidireccional; en otras palabras, no ha seguido una línea clara de evolución.

A pesar de que en la actualidad se acepta que existen cuatro grandes eslabones en la evolución humana, los científicos no poseen las evidencias suficientes que puedan acreditar la validez de esta teoría. Únicamente en el caso del Homo Erectus y el Homo Sapiens se cuenta con pruebas fehacientes que dan cuenta de la relación evolutiva entre ellos.

La comunidad científica ha llegado a distinguir entre 10 y 15 especies de homónimos distintos, pero no logra establecer un acuerdo general para definir la relación entre cada una de las especies, y tampoco cuenta con la información sobre las especies que pudieron haber desaparecido sin dejar rastros.

Evolución y surgimiento del Homo moderno

Aún no está definido el problema del surgimiento del Homo Sapiens, y los científicos debaten acerca de cómo, cuándo y dónde apareció el hombre moderno; tampoco se ha podido dilucidar su proceso de expansión a través de África y Eurasia. De la misma forma, todavía no se aclara si el Homo Sapiens extinguió a sus antecesores, el Erectus y el Neandertal. Dos hipótesis intentan responder a estas interrogantes: la hipótesis Difucionista y la hipótesis Multirregional.

La hipótesis Difucionista o de la Emigración de África, platea que el Homo Sapiens es originario de África y es descendiente directo del Homo Erectus, del cual habría evolucionado hace unos 200.000 años. Desde África el Sapiens emigró hacia el resto del continente y Eurasia, eliminado a su arribo a las poblaciones primitivas de Homo Erectus y Neandertales que allí habitaban, a las cuales derrotó en la lucha por el aprovisionamiento. Esta hipótesis plantea un origen único del hombre, y se sostiene en evidencia fósil y genética.

La hipótesis Multirregional o de la Continuidad Regional, afirma que hace un millón de años el Homo Erectus emigró desde África hacia el resto del Viejo Mundo, reteniendo varias de sus principales características genéticas que posteriormente traspasó a otras especies de homínidos mediante procesos de mezcla, que finalmente dieron origen al Homo moderno. Esta tesis, articula además, un mecanismo de traspaso que denomina de “flujo genético”. Los autores de esta teoría señalan que las actuales diferencias de rasgos de los seres humanos, son la prueba de miles de años de evolución a nivel regional. Por ello, esta hipótesis plantea que el Homo Sapiens es descendiente directo del Homo Erectus, descartando que el Sapiens haya eliminado al Erectus, sino que el Sapiens evolucionó desde este último por causa de los múltiples cruces entre ambas especies; sí acepta que el Sapiens eliminó al Neandertal en aquellas zonas que cohabitaron.