La Atenas de Pericles: El Siglo de Oro

Como resultado de las Guerras Médicas, la polis ateniense estableció una supremacía política sobre gran parte de las ciudades griegas a través de la Liga de Delos, convirtiéndose en la principal potencia del mundo heleno durante el siglo V a. de C. En este periodo, Atenas llegó a ser la capital cultural del mundo antiguo, gracias a la gestión de Pericles, quién ocupó el poder entre los años 460 y 429 a. de C.

Durante su gobierno, Pericles reconstruyó la Acrópolis y el Partenón, que habían sido destruidos por los persas y, además, levantó los muros defensivos de la ciudad para unirla con el puerto de El Pireo.

A comienzos del llamado siglo de oro ateniense, la polis se hallaba gobernada por un consejo de 10 estrategas militares que eran elegidos por cada una de las 10 tribus, según lo establecía la Constitución de Clístenes para los tiempos de guerra; las funciones de este consejo eran preparar la defensa de la ciudad, recibir a los embajadores extranjeros y conducir el gobierno de la polis.

Al finalizar el enfrentamiento con los persas, el partido demócrata logró ubicar en el poder a Efialtes, quién inició una reforma tendiente a profundizar la democracia en Atenas. Pericles, su sucesor, continúo la obra reformista y la orientó a conseguir la igualdad de todos los ciudadanos frente a la ley.

Una de las principales características de Pericles fue su gran capacidad oratoria, la que le consiguió frecuentemente el apoyo de la Asamblea; de hecho, este gobernante convirtió a esta instancia en una gran tribuna, ya que implementó el sistema de la mistoforia; esta institución, era una especie de remuneración para los ciudadanos que participaban de la Asamblea.

Una de sus medidas más trascendentes, fue la ampliación a los ciudadanos pobres (tetes) del derecho a ser elegidos en cargos públicos.

En el aspecto económico, la principal actividad era el comercio marítimo, pues resultó enormemente favorecido con la preponderancia ateniense en la Liga de Delos. Esta última situación, se manifestó con más fuerza, en el financiamiento de las obras públicas en Atenas, ya que el tesoro de la polis quedó muy resentido tras las Guerras Médicas.

Durante el gobierno de Pericles, la sociedad ateniense no gozó de grandes lujos, debido a la inexistencia de grandes fortunas y a la preocupación del gobernante por disminuir la desigualdad entre los ciudadanos.

Los niños atenienses, hasta los siete años, eran educados en el hogar y, posteriormente, ingresaban a la escuela; en ella, se les enseñaba lectura, escritura, matemáticas, y artes musicales. Además, obligatoriamente, debían asistir a clases de educación física, en las cuales los varones eran preparados para el servicio militar. A los18 años ingresaban al ejército y eran instruidos en el manejo de armas.

A pesar de las intenciones de Pericles, en la sociedad ateniense no resultaba igualitaria en todos los sentidos, puesto que la de Atenas era una sociedad patriarcal. Ello implicaba que los hombres poseían todos los derechos políticos y las mujeres estaban reducidas a las labores domésticas.

Sin embargo, existían mujeres libres e independientes, llamadas hetairas, las que aparte de ser esposas, también eran destacadas por su formación cultural y por su participación en los debates políticos; es preciso señalar, por ejemplo, que la esposa de Pericles, Espacia de Mileto, era una hetaira.

Uno de los aspectos más sobresalientes del gobierno de Pericles, fue el gran crecimiento que experimentaron las artes y la cultura en diversos campos y disciplinas.

Una de las disciplinas más desarrolladas fue la arquitectura, ya que se construyeron numerosas obras públicas y monumentos religiosos; entre ellos, podemos nombrar el templo de Zeus de Olimpia, el templo de Apolo de Delfos, y la reconstrucción de la Acrópolis. En la escultura, destacó Fidias, quién realizó inmensas estatuas de Atenea y Zeus, las que se ubicaban en el Partenón y en el templo de Olimpia, respectivamente.

Este periodo, además, es fecundo en la creación teatral y se caracterizó por la aparición de los autores griegos más conocidos universalmente: Esquilo, Sófocles y Eurípides, en el ámbito de la tragedia; y en la sátira sobresalió el gran detractor de Sócrates, Aristófanes.

La disciplina de las ciencias históricas se desarrolló con el trabajo de autores como Heródoto de Halicarnaso, quién es considerado el padre de la historia gracias a su obra “Los nueve libros de la Historia”; además, se estima que en este periodo, Tucídides creó la primera historia política en su exposición sobre la Guerra del Peloponeso.

La filosofía, durante el gobierno de Pericles, creció enormemente gracias a la obra de Sócrates, a quién se considera el creador de la filosofía occidental.