La posguerra: Nuevos Roles de las mujeres y los jóvenes

Conoce el nuevo rol que asumen mujeres y jóvenes en las transformaciones sociales de la segunda mitad del Siglo XX

En la segunda mitad del Siglo XX, la sociedad comenzó a modificarse. Los estereotipos tradicionales de familia y del papel del hombre comenzaron a mostrar grietas. Mujeres y jóvenes asumieron nuevos roles que los incorporaron activamente en el nuevo orden social, ganando autonomía y protagonismo en distintos movimientos.

La Posguerra: escenario de transformaciones sociales

Concluida la Segunda Guerra Mundial, las atrocidades vividas, la destrucción masificada así como el números de vidas perdidas generalizaron un sentimiento de desapego a los dogmas religiosos y a las categorías tradicionales. Dentro de estos últimos, el concepto de familia -padre, madre e hijos- aceptó la aparición de nuevas variantes en las que se disminuía la cantidad de hijos o se carecían de algún miembro, tendencia que fue en aumento junto con los divorcios.  Socialmente, el protagonismo patriarcal que ostentaban los hombres se vio resquebrado al surgir nuevas alternativas a su histórico rol como proveedor. Se respiraban aires de mayor individualismo e independencia favorecidos por la bonanza y el crecimiento económico de la segunda mitad del Siglo XX que ofrecía más y variados nichos laborales dando espacio a nuevos tipos de trabajadores. De igual modo, la insatisfacción política buscó resolverse por otros caminos y los movimientos sociales liderados por mujeres y jóvenes cobraron fuerza. 

Nuevos Roles de las Mujeres

La ausencia de varones durante el periodo que duró la Segunda Guerra Mundial y la necesidad de mantener la producción de bienes y servicios, impulsó la incorporación de la mujer al mundo laboral. Sus primeras incursiones fueron en fábricas y talleres. No obstante, ya desde 1950, el crecimiento económico acelerado permitió que surgieran más ocupaciones en el mercado de los servicios, donde las mujeres desempeñaron su propio rubro «femenino»como secretarias, recepcionistas, mecanógrafas y asistentes. Cada vez más presentes en el mundo extradoméstico, su incorporación al mundo universitario no se hizo esperar y se formaron como profesionales de la educación, la medicina -destacando la enfermería y su labor como parteras-, y rubros administrativos. De todos modos, se trataba de un mundo aún hostil para las mujeres en cuanto a temas de acoso y diferencias en remuneraciones respecto a los hombres.

Una vez que comenzaron a plantearse como proveedoras, el papel tradicional de madre y ama de casa se diversificó, pues en la mayoría de los casos la mujer se insertó al mundo laboral sin abandonar por completo sus antiguos roles. Se observa también la tendencia en la que su rol familiar y materno se aplazó hasta después de comenzar una carrera laboral o hasta descartó como posibilidad. 

El espíritu de una mujer independiente se caracterizó con la llamada Segunda ola Feminista que esta vez exigía igualdad de derechos en la práctica, tanto en lo laboral como en lo civil, además de la autoridad de decidir en temas como la sexualidad y la reproducción. El control de la natalidad, a través de métodos como el uso de la píldora anticonceptiva (aprobada para el consumo en la década de 1950 en Estados Unidos) estimularon esta tendencia.

Nuevos Roles de los Jóvenes

El crecimiento de la clase media y el desarrollo económico visibilizan a los jóvenes. Hasta antes de la guerra se pasaba de ser un niño o niña a una persona adulta asumiendo ese rol a temprana edad. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX aparece el estereotipo de joven que aplaza la toma de responsabilidades y se permite tiempo para el estudio aún concluida la escolaridad. Sin roles definidos, los jóvenes adquieren un protagonismo propio cargado de idealismo, creatividad, posturas irreverentes y rupturistas para la sociedad de la época. Se identifican con nuevas tendencias musicales (por ejemplo The Beatles y grupos y solistas del Festival de Woodstock) y viven en el curso de las modas. Ven al mundo de sus padres como parte de un sistema que no responde a sus demandas y generan movimientos de gran repercusión social. Para 1960 los jóvenes hippie se habían extendido por Estados Unidos y otros países con posturas pacifistas y libertarias. Más ligados a la participación política y estudiantil, las protestas de Mayo de 1969 en París, Francia son un claro reflejo del rol activo que los jóvenes toman en la sociedad.