El primer novelista de América: Fernández de Lizardi

Conoce a la primera novela escrita en América Latina y su repercusión en la sociedad.

«El periquillo sarniento» se publicó por primera vez en el año 1816, lo que significó todo un acontecimiento en las letras hispanoamericanas, pues por primera vez un escritor nacido en este continente publica una obra del género novelístico.  Te invitamos a conocer los detalles de esta obra y su impacto en la escena literaria de todo el continente.

José Joaquín Fernández de Lizardi

Este autor nace en Ciudad de México, durante el periodo colonial, en el año 1776. Se desempeña como escritor, sin embargo su obra recibe una importante influencia de disciplinas como el periodismo, la historiografía, la sociología y la lingüística, entre otras, junto con ser un profundo lector de la realidad social de Nueva España (actual México). Por esta razón, es considerado uno de los intelectuales críticos más importante de la colonia, pues a través de su revista «El pensador mexicano» desarrollo ideas críticas sobre la política y la sociedad de su época, por lo que su imprenta fue cerrada por orden del Virrey con el motivo de que podía incentivar un ímpetu rebelde en sus lectores. En este sentido, una de las preocupaciones centrales de este autor era la pedagogía de los individuos de Nueva España, puesto que consideraba que muchos se mantenían en la ignorancia, sin la capacidad de desarrollar una pensamiento autónomo. Dicha preocupación será también influyente en su obra literaria.

La primera novela hispanoamericana: «El periquillo sarniento»

En 1816 se publica por primera vez una novela cuyo autor es nacido en el mismo continente. Esto implica que se considere a «El periquillo sarniento» como una obra portadora de una visión de mundo de su tiempo y de su sociedad. La novela trata sobre un personaje picaresco y popular que le da nombre a la obra (sarniento viene de sarna, esto es, el protagonista es representado como un personaje marginal y sucio), cuyas peripecias ocurren en medio de un ambiente social corrupto en tanto los profesionales y burócratas (aquellos que trabajan en la administración del Estado virreinal) utilizan sus influencias y su poder para obtener beneficios. En este sentido, la novela representa una fuerte crítica social, junto con transmitir un mensaje didáctico en torno a la necesidad de alfabetizar a la población americana, lo que le costó la censura de la novela cuya cuarta parte no pudo ser publicada sino hasta 1830, debido a que la última parte representaba una fuerte denuncia en contra de la esclavitud que se practicaba en México hacia el final del periodo colonial.

Asimismo, esta obra contiene parte fundamental del folclore mexicano, pues retrata las costumbres tanto de los colonos españoles como de los habitantes de origen indígena, sus lenguas, hábitos, mitos y cultura, los cuales se muestran entrecruzados en un fenómeno que se conoce como sincretismo (mezcla de elementos de diferentes culturas que desembocan en una cultura nueva). Lo interesante de este retrato cultural de la sociedad colonial mexicana es que se representa en tono satírico, es decir, se observa a dicha sociedad con una distancia irónica que implica una fuerte crítica de los valores que predominan, puesto que para el autor la vida social de esta época se encuentra en decadencia debido a la falta de educación de sus integrantes. Por esto, las acciones se centran en engaños, robos, malos entendidos, problemas amorosos, escenas picarescas y lujuriosas, personajes movidos por las necesidades biológicas y sin escrúpulos.

Te invitamos a leer y conocer la radiografía social que realiza la primera novela hispanoamericana, la cual funda la larga tradición novelística de nuestro continente.