El texto expositivo

El texto expositivo, sus formas básicas y 5 pasos para construir el tuyo.

A continuación podrás comprender cómo funciona un texto expositivo, además conocerás sus características principales, reconociendo sus formas básicas y su estructura principal. Finalmente aprenderás a escribir en tan solo 5 pasos tu propio texto expositivo.

¿Qué es un texto expositivo?

Un texto expositivo es un tipo de texto “no-literario” (es decir, que está más comprometido con la realidad), el cual busca exponer objetivamente acerca de un tema determinado. Un texto expositivo tiene una estructura específica, la cual no debiese variar, pues fue pensada para que el lector, una vez terminada su lectura, pueda comprender una idea con claridad. Existen dos tipos principales de textos expositivos:  los textos expositivos científicos, los cuales fueron escritos por expertos en un tema, destinado a otros expertos en el área (artículos científicos, textos de teoría literaria, textos de investigación médica, etc); y los textos expositivos divulgativos, los cuales fueron escritos por expertos en un tema, destinados a cualquier persona que esté interesada en aprender (libros escolares, textos enciclopédicos, textos de consulta, etc). En teoría, todos podemos ser expertos en un tema determinado y escribir un texto expositivo.

¿Cómo es un texto expositivo?

Para que puedas entender como es un texto expositivo, tienes que recordar dos aspectos fundamentales: el primero hace relación con su estructura, y la segunda se refiere a las formas básicas que la componen. Si tienes presentes estos dos aspectos del texto expositivo y los pones en práctica, entonces difícilmente los olvidarás.

1)      Estructura del texto expositivo

El texto expositivo está formado estructuralmente, como muchos otros textos,  por una introducción, un desarrollo y una conclusión. La introducción presenta el tema a tratar y la forma en que se desarrollará; el desarrollo trata el tema presentado en la introducción y profundiza en todos los aspectos que interesen al experto; la conclusión es la última parte, busca cerrar el tema y sintetizar los aspectos tratados. Muchas veces la conclusión viene acompañada de una breve opinión personal del experto. Después de la estructura básica del texto expositivo, viene la bibliografía, sección destinada a colocar todas las fuentes que hayas citado durante tu texto.

2)      Formas básicas del texto expositivo

Las formas básicas del texto expositivo corresponden a la manera más adecuada de tratar cualquier tema. Son la caja de herramientas a la que puedes recurrir cada vez que intentes hablar objetivamente acerca de un tema determinado. Son cinco en total, definición, descripción, caracterización, narración y discurso del comentario. La idea es que vayas ordenándolas gradualmente en la estructura presentada anteriormente (Introducción, desarrollo, conclusión).

a)      Definición: La definición presenta los rasgos esenciales de la persona, animal o cosa (material o inmaterial) que se tratará en el texto expositivo.

b)      Descripción: La descripción presenta los elementos característicos de una persona o una cosa. Existe la descripción de ambientes, de épocas, de animales, etc.

c)      Caracterización: A diferencia del punto anterior, la caracterización se utiliza solo para presentar los elementos característicos de una persona. Existe la caracterización prosopográfica, la caracterización etopéyica y el retrato.

d)     Narración: Presenta ordenadamente una serie de hechos que hagan relación con el tema tratado. Desde una serie de sucesos cronológicos, hasta el proceso llevado a cabo en una investigación. Toda narración tiene un inicio, un desarrollo y un desenlace.

Discurso del Comentario: Corresponde a la opinión personal del emisor del texto expositivo. Quien lo escribe puede brevemente presentar su opinión sobre aquello presentado en su investigación. Es un espacio de subjetividad dentro de un texto de carácter objetivo.

¿Cómo hacer un texto expositivo en 5 pasos?

A continuación te presentamos una manera óptima de construir tu propio texto expositivo en solo cinco pasos.  Te será de ayuda en cualquier investigación que tengas que redactar para la escuela o la universidad, así como también en cualquier investigación personal que debas presentar en un texto escrito.

1. Lo primero es investigar. ¿Sobre qué se tratará tu texto expositivo? Un texto expositivo puede versar sobre cualquier tema del que creas que puedas enseñarle a otros. Es importante que juntes información e investigues bien, páginas web, enciclopedias, artículos, etc. Recuerda que debes volverte un experto en tu tema.

2. Lo segundo es ordenar la información. ¿Cómo presentaré la información en mi texto? Un texto expositivo tiene una estructura muy particular (Introducción, desarrollo y conclusión) Piensa en cómo ordenarás esa información en tu texto. Por ejemplo, si vas a hablar acerca del “maltrato animal en Latinoamérica”, podrías partir hablando en la introducción acerca del maltrato animal en el mundo y luego, en la medida en que llegas al desarrollo, hablar del maltrato animal en Latinoamérica, luego, en la conclusión, podrías dar una breve opinión acerca de cómo es el maltrato animal en tu país. En el caso anterior, partimos de lo más general y llegamos a lo más particular.

3. Lo tercero, ya teniendo claro como ordenarás estructuralmente el texto, será necesario utilizar las formas básicas del texto expositivo. Volviendo al ejemplo anterior, podrías partir utilizando la definición, para decir al lector: ¿Qué es el maltrato animal?; luego podrías utilizar la descripción para decir al lector: ¿Cómo es el maltrato animal?; posteriormente la caracterización, para decir al lector: ¿Quiénes maltratan a los animales?; luego la narración, para contar cronológicamente al lector: ¿Qué casos de maltrato animal son representativos en Latinoamérica?; y finalmente, el discurso del comentario, para dar tu opinión  personal acerca del tema tratado: ¿Qué opino acerca del maltrato animal?

4. Es muy importante que en la medida en que vayas avanzando en tu texto expositivo, utilices marcadores discursivos. Estas son frases que representan con claridad el inicio, el desarrollo y la conclusión dentro del texto. Por ejemplo, para la introducción los marcadores típicos son: Antes que nada, para partir, para comenzar, etc. Para el desarrollo los marcadores típicos son: A partir de lo anterior, continuando con lo dicho, para continuar, etc…Para la conclusión los marcadores típicos son: En conclusión, para terminar, para ir cerrando el tema, etc…

5. Finalmente, debes considerar el uso de fuentes. Es decir, siempre que vayas a aseverar o dar por verdadero algo, pregúntate antes si algún experto que hayas leído lo había dicho antes. Por ejemplo, si algún experto que leíste había dicho antes que “el maltrato animal aún en algunos países no está penalizado”, entonces es importante que cites a ese autor durante el transcurso de ese texto. Recuerda que citar a los expertos no te hace menos experto a ti, sino que ayuda a tu texto a dialogar con otros textos y enriquecerlo. Es importante que recuerdes que si citas a un experto durante el transcurso de tu texto expositivo, entonces debes colocar la fuente al final en la bibliografía. La fuente puede ser un libro, un artículo, un artículo periodístico, una entrevista, etc.