Género dramático: Contexto histórico

A continuación comprenderás la importancia del contexto histórico en el género dramático a partir de las formas históricas que genera.

Las transformaciones históricas han afectado directamente el desarrollo del género dramático, dando origen a tres formas históricas del mismo. Es importante señalar que al referirnos al contexto histórico estamos pensando en las circunstancias que rodean a la producción artística, por ejemplo: cosmovisión del momento, hechos históricos, concepción de la vida, entre otros.

La tragedia.

Surge en Grecia como una forma perfeccionada o derivada del ditirambo, himno en honor de Dionisio. Por lo tanto su origen es religioso. Representa un episodio fatal a partir de temas serios con importancia espiritual y moral. Los protagonistas son seres nobles y dignos de imitar, pero se ven enfrentados a un destino adverso del que no pueden escapar.

Su objetivo es provocar en los receptores emociones de temor y compasión, al alero de la inútil lucha del protagonista de la tragedia. De esta forma, se produce un grado de identificación que lleva al espectador a comprender lo inevitable del destino y a partir de esta reflexión se produce la catarsis, entendida como la elevación del alma a través del terror, la piedad y la compasión.

Las tragedias más relevantes son: Edipo Rey Antígona de Sófocles, Prometeo encadenadoLa Orestiada de Esquilo y, Las troyanas Medea de Eurípides.

A continuación un ejemplo:

«Ismena: ¡Antígona!

Creonte: ¡Tú, la que deslizándote por un palacio como una víbora, sin advertirlo yo. No sabía yo que alimentara a dos furias que se revolvían contra mi trono. ¡Ea!, dime ya: tú en este sepelio, ¿confiesas haber tenido parte, o juras que no lo sabías?

Ismena: He hecho yo la cosa lo mismo que ésta: obro de concierto con ella, tengo mi parte y respondo de mi culpa.

Antígona: Pero no permitirá eso la Justicia, porque ni tú quisiste ni yo me puse de acuerdo contigo.

Ismena: Pero en la desgracia en que te hallas, no me avergüenza participar de tu sufrimiento.

Antígona: De quién sea el hecho, los dioses del Hades lo saben. Yo, a la que sólo sabe amar con palabras, no la estimo por amiga»

(Sófocles, Antígona.)

La comedia.

Asume la representación burlesca de los personajes, acontecimientos e instituciones de la época, incorporando siempre la risa. Por esto, no aparecen personajes dignos de imitar, sino que seres comunes y corrientes e incluso vulgares y asociados a los vicios; mientras las situaciones en las que se ven inmersos son jocosas y ridículas. La comedia emerge en Grecia a partir de las comparsas que formaban parte de las dionisiacas.

Cabe destacar que si bien el objetivo es lograr la risa, esto se logra a partir de la reflexión del conflicto que se expone y no de forma gratuita.

Las comedias más importantes son: Las ranas de Aristófanes y El avaro de Moliere.

Veamos un ejemplo:

«Harpagón: Os digo esto para que no os vayáis a tomar las cosas al revés, imaginando que digo que soy yo quien tiene diez mil escudos.

Cleante: No nos metemos en vuestros asuntos.

Harpagón: Pluguiere a Dios que los tuviese, esos diez mil escudos.

Cleante: Yo no creo…

Harpagón: Buen negocio sería para mí.

Elisa: Ésas son cosas.

Harpagón: Buena falta me harían.»

(Moliere, El avaro.)

Tragicomedia o drama.

Su objetivo es mostrar una representación lo más cercana posible a la realidad. Por lo tanto, los personajes son seres con virtudes y defectos, el conflicto presentado es posible y su resolución depende de los personajes en tanto seres dueños de su destino.

Surge como forma teatral en la Época Moderna, lo que explica que proponga conflictos de carácter individual o social en relación con los procesos que aquejan al hombre en la era de la industrialización.

A continuación un ejemplo:

«Daniel: Es bonito estar juntos… ¿no te parece?

Ana: Daniel… si yo te hiciera una pregunta…

Daniel: Hazla.

Ana: ¿Te gusta hablar conmigo?

Daniel: Sí

Ana: ¿No crees que hemos hablado mucho estas vacaciones?»

(Fernando Cuadra, La niña en la palomera.)