Género Dramático

Profundiza tus conocimientos en éste género literario, sus características, los personajes del drama, la acción dramática y el hablante dramático.

Es otro de los géneros literarios y corresponde a un modo de expresión artística literaria, donde predomina la función apelativa del lenguaje, ya que el soporte que utiliza el drama es el diálogo, sea este en verso o en prosa. Esta es una de las diferencias fundamentales del género dramático con el género narrativo y el lírico ya que se articula en función a la interacción comunicativa entre los hablantes dramáticos. Por otra parte, en este género no hay intervención del autor de un modo preponderante, como sí ocurre en la lírica ni hay un narrador que vaya organizando los diferentes acontecimientos que se sucederán en la obra; todo lo que ocurre al interior del drama está en directa relación con los personajes que interactúan entre sí, dando origen a la representación teatral.

Los orígenes del género dramático se remontan al periodo de esplendor griego, donde uno de los fundamentos de su economía era la siembra y valoraban tremendamente la naturaleza como factor preponderante para su labor diaria. Tenían la creencia de un dios que les cuidaba y ayudaba en su faena exitosa, en el crecimiento de las semillas y en la germinación de los diferentes frutos que plantaban; este dios era Dionisio, a quien se le brindaban homenajes y diversas fiestas religiosas en agradecimiento por la abundancia de la cosecha en un año determinado. En estas celebraciones algunos de los campesinos se disfrazaban y representaban algunos personajes. De esta forma, se dio comienzo al teatro incipiente, de la mano de la mímica y de la actuación primitiva. Representaciones del género dramático son la tragedia, la comedia y el drama. manifestaciones que analizaremos más adelante.

Características del Género Dramático

Este género está escrito por un dramaturgo, quien es el autor de las obras teatrales, quien da origen a los personajes, que son los que van tejiendo y entretejiendo la trama que se desarrollará y que “darán vida” a lo escrito por el dramaturgo, pues una de las características de este género, es su capacidad para poder ser representado por otros. Estos “otros” pueden recrear un conflicto humano, el litigio entre dos posturas opuestas. Los temas que puede abordar el drama son múltiples y variados, pero siempre deben contener el elemento de una lucha entre dos fuerzas contrarias, que van a dar un clímax dentro de la obra teatral, donde una se impondrá sobre la otra, llegando a un desenlace. Esta lucha puede ser entre dos personas o varias o dentro de un mismo personaje, quien tiene una batalla interna o una angustia específica, que dan origen a la acción dramática.

La Acción Dramática

Es aquella acción (o acciones) que se estructuran a raíz de un conflicto entre dos fuerzas, como se mencionó anteriormente. En estas acciones, dentro de un mundo ficticio, participan personajes, quienes son los que irán luchando por conseguir sus metas y llegar a su objetivo final. Todo lo que suceda dentro de la representación estará asociada al diálogo y, de este modo, será posible conocer las motivaciones de cada uno de los participantes en la acción.

Los Personajes en el Drama

Al interior del género dramático existen personajes, los que representan el drama en sí mismo y éstos pueden ser de diferente rango o índole es decir, adquieren una postura determinada dentro de la acción. Los tipos de personajes, según el rol que representan, son: protagonista, antagonista, secundarios y colectivos.

Personaje Protagonista

Es en quien se centraliza la atención del drama. En torno a él se van desarrollando los diferentes acontecimientos y se teje la historia y es quien forma parte del conflicto dentro de la trama, ya que es el eje principal. Su rol es hallar una solución al conflicto que se le presenta para alcanzar sus objetivos. Este personaje representa – generalmente –  los valores de la obra, valores que son éticamente correctos y aceptados por la sociedad o por el entorno en que se contextualizan las acciones.

Personaje Antagonista

Es muy importante en la obra, no tanto como el principal, pero es el segundo en relevancia. Este personaje representa la fuerza contraria al protagonista, se opone a sus deseos y trata de impedir que éste lleve a cabo sus objetivos. De la misma forma, sus valores son totalmente distintos de quien tiene el papel protagónico, llegando a asignárseles características o aspectos negativos en su modo de ser y de desenvolverse dentro de la sociedad representada en la obra. Es por ello, que en ocasiones su papel se asocia al “malo” de la historia.

Personaje Secundario

Pueden ser varios al mismo tiempo. No representan una fuerza en pugna, sin embargo, son aquellos que toman partido por el personaje principal o están del lado del antagonista, respaldándole y ayudándole a cumplir sus cometidos, ya que esa es su función dentro de la obra: ayudar, en el logro de sus objetivos, a los personajes de mayor importancia o peso dramático.

Personajes Colectivos

Se refieres a un grupo de personajes que participan dentro de la obra dramática y que no se desenvuelven de modo individual, sino que toda su participación se remite al concepto de grupo: “los campesinos”, “los soldados”, “las mujeres”, “el pueblo”, “el coro”, entre otros sustantivos que impliquen colectividad. Aunque sea una sola persona su rol representa a muchas otras.

Personajes Alegóricos

Es el o los personajes que llevan consigo una sola característica, sea ésta de virtud o de vicio. Son los personajes simbólicos dentro del drama, que poseen características abstractas y actúan por sí mismos.

Asimismo, los personajes tienen una tipificación según la modificación que vayan experimentando durante el desarrollo de la acción dramática:

Personajes Estáticos

Son aquellos personajes que no cambian ni varían a medida que transcurren los acontecimientos. Sus rasgos y/o características se mantienen sin modificaciones desde el inicio hasta el término de la obra dramática.

Evolutivos o Dinámicos

Son los personajes que sí van cambiando a medida que transcurren los acontecimientos dentro de la historia, se reconocen porque son los que experimentan evoluciones – en su forma de actuar o de ser – según van modificándose o sucediéndose los hechos en la obra.

Los personajes también pueden rotularse según el grado de complejidad de los rasgos que les constituyen:

Personajes Planos

Son los personajes que poseen una característica única, un rasgo absorbente y que domina su personalidad.

Personajes en Relieve

Este tipo de personajes son aquellos que están constituidos por más de un rasgo que les distingue. Son personajes polifacéticos o multifacéticos, capaces de cambiar significativamente su personalidad sin complicaciones.

El Hablante Dramático

Es el emisor ficticio del drama y se asemeja al narrador, aunque no organiza los sucesos ni los estructura, pero sí va entregando la información necesaria y uniendo entre los deferentes actos que se van realizando; esta implicancia dentro de la obra es más bien limitada, ya que no posee conocimiento acabado de los hechos que se suscitan. Sin embargo, es posible reconocerlo mediante estas manifestaciones:

El Lenguaje de las acotaciones que realiza

Son las intervenciones fuera del diálogo entre los personajes y se identifican gracias al texto escrito entre paréntesis al interior de la obra, que marcan las intervenciones del hablante dramático. Asimismo, otro modo de reconocerle es cuando se utilizan negrillas o letras cursivas. Estos recursos se usan para que quien dirija la obra tome en cuenta ciertos detalles técnicos o para que el lector logre imaginar de mejor manera la representación teatral.

La multiplicidad de voces dramáticas

Se refiere a los diálogos de los personajes, al parlamento que cada uno de ellos efectúa y que permiten conocer las diferentes acciones que se desarrollan dentro de la trama y situarnos en el mundo dramático que se desea representar.

La información que estructura la obra

Se refiere a toda la información que se halle escrita y que ayude a dar una organización o estructura al texto dramático, ya que permitirá conocer el orden externo, los participantes en la acción (personajes) y el contexto social y cultural de la obra, entre otros  factores.