¿Cómo hacer un hablante lírico?

A continuación podrás comprender qué es un hablante lírico, además conocerás sus características principales y comprenderás sus particularidades dentro del texto poético. Finalmente aprenderás a construir en solo 3 pasos tu propio hablante lírico.

¿Qué es un hablante lírico?

En palabras simples, el hablante lírico es la voz del poeta dentro del texto lírico (poético). Para comprender qué es exactamente, es necesario que recordemos la distinción extraliteraria (contexto de producción) e intraliteraria (situación de enunciación).

La situación comunicativa extraliteraria (fuera del texto literario) se conoce como situación de enunciación real, es decir el tiempo y lugar real en el que el texto poético fue escrito. Por lo tanto, en esta situación concreta, el emisor es el autor del poema (poeta), el mensaje es el texto poético u obra poética en sí misma, y el receptor (quien decodifica el mensaje), es el lector real.

La situación comunicativa intraliteraria (dentro del texto poético) se conoce como situación de enunciación literaria, es decir el tiempo y lugar ficticio en el que se suscita el poema. Por lo tanto, en esta situación concreta, el emisor se llama hablante lírico, el mensaje es la realidad literaria y el receptor, es el lector ideal del texto poético.

Como comentamos anteriormente, vamos a focalizar nuestra atención en el hablante lírico.

¿Cómo es un hablante lírico?

Si te focalizas únicamente en el texto literario, la situación de enunciación literaria tiene como emisor al hablante lírico. El hablante lírico es una voz ficticia (No-Real), la cual puede ser una persona, un animal o una cosa (material o inmaterial). La manera en que el hablante lírico enfrenta su poema se conoce como actitud lírica, es la forma en que pone de manifiesto su entorno, o el modo en que se refiere a alguien o bien, la manera en que habla desde su interioridad.
Son tres, la actitud carmínica (o de la canción), la actitud apostrófica o la actitud enunciativa.

a)      La actitud carmínica es cuando el hablante lírico expresa y reflexiona desde su interioridad. Es la voz por excelencia de la poesía, pues prácticamente en todo el poema se están expresando sentimientos. (Primera persona singular = YO)

b)      La actitud apostrófica tiene un predominio de lo apelativo. Aquí el hablante lírico se está refiriendo todo el tiempo a otro/otra, buscando la apertura a un diálogo.

c)      La actitud enunciativa es cuando el hablante lírico nos va narrando diversos hechos que afectan al objeto lírico. Los sentimientos del hablante lírico van expresándose a partir de las situaciones que se van presentando.

¿Cómo construir un hablante lírico en 3 pasos?

A continuación encontrarás los pasos para construir tu propio hablante lírico, conocerlos te será de ayuda para cuando te enfrentes al desafío de escribir un poema o una canción.

  1. Para construir tu propio hablante lírico, lo primero que debes hacer es escoger quién hablará en tu poema. El hablante lírico es la voz del poema. ¿Quién hablará en tu poema? al tratarse de un texto literario, las posibilidades son prácticamente infinitas, el único requisito acá será tu creatividad. Desde crear voz de un perro, hasta crear la voz de un pintor renacentista, tomar la voz de un hombre común del siglo XXI o ser la voz de una nube, una mesa e incluso, la voz de algo abstracto o intangible, como la guerra o el cielo.
  2. A continuación, esa voz ficticia tiene que comenzar a hablar. Piensa en lo que quieres decir ¿qué dirá esa voz que escogiste? Si la escogiste es porque esa voz tiene algo que decir. Pregúntate si quiere hablarle a alguien o si quiere hablar de su entorno y de su tiempo, o pregúntate si en realidad quiere referirse a alguien específico.
  3. Finalmente, si ya decidiste lo que quiere decir esa voz. Define si tu hablante tiene una actitud carmínica, apostrófica o enunciativa. ¿Cuál es la actitud de la voz que escogiste? Por ejemplo, Pregúntate si esa voz es un amante que quiere hablarle a la amada que lo dejó (apostrófica), o si se trata de un árbol que narra poéticamente la vida en el patio de una casa (enunciativa) o bien, podría ser una lámpara, que desde su interioridad expresa su soledad, desde que dejaron de encenderla (carmínica).