La Analogía

A  continuación encontrarás la definición de analogía, sus características, donde encontrar una y los pasos para que puedas construir tu propia analogía.

Qué es la analogía

Para comprender qué es y cómo funciona una analogía basta con que recuerdes tus propias experiencias intentando responder a una pregunta compleja. Muchas veces para explicar algo que nuestro interlocutor desconoce, hacemos referencia a algo que podría resultarle más cercano o familiar, de esta forma resulta mucho más simple representar una idea y darle un carácter concreto. De hecho, la analogía es uno de los recursos más utilizados a lo largo de la historia del pensamiento humano, pues ha sido utilizada con el fin de representar una imagen o idea a través de la abstracción y luego la concreción. Se llama analogía a la relación entre dos elementos o ideas diferentes, pero que presentan algún aspecto singular en los que reconocemos una similitud o semejanza. El uso de la analogía es versátil y está presente en una variedad relevante de discursos, sin embargo su carácter didáctico es preponderante.

Características de la analogía

Dónde encontrar una analogía

La analogía ha estado presente desde la filosofía clásica, la literatura, en la argumentación y por supuesto en la publicidad y la propaganda. Sin ir más lejos, cuando Platón intentaba explicar la relación entre el alma (inmaterial) y el cuerpo (material) utilizó una analogía, representó el cuerpo como un barco y al alma como el hombre que conduce ese barco. La analogía está presente también en textos de carácter didáctico, como las parábolas, las cuales utilizan objetos o elementos tangibles para representar una idea y enseñar algo. Los argumentos muchas veces aprovechan la analogía para potenciar una afirmación, valiéndose muchas veces de la comparación. Una mala analogía dentro del discurso argumentativo puede convertirse en una falacia, reconocida como “falsa analogía”.

La analogía podría subdividirse dentro del mundo de los recursos literarios o figuras retóricas, pues encontramos una relación analógica en la comparación, la metáfora y en la alegoría. Por ejemplo, cuando leemos una fábula, el lobo podría resultar una alegoría del hombre pérfido, la comadreja podría ser una alegoría de la astucia y la tortuga podría ser una alegoría sobre la perseverancia.

Cómo hacer una Analogía

A continuación encontrarás los pasos para que puedas construir tu propia analogía. Es importante que consideres éstos como un pie forzado, sin embargo podrás construir tu propia fórmula sin problemas en la medida en que practiques.

Los pasos intentarán considerar dos variables posibles de la analogía (metáfora y comparación), dentro de las figuras literarias, con el fin de facilitar la tarea de reconocerlas.

1. Lo primero que debes hacer para construir una analogía es pensar en algo que desees representar. Un buen primer paso es construir una analogía a partir de algo o alguien concreto. Supongamos que en este primer ejercicio piensas en una persona. Imagina a un amigo o amiga con el cual desees construir una analogía.

2. Considera las características físicas y psicológicas de éste amigo o amiga. Concéntrate primeramente en las características físicas. ¿Qué hace particular a mi amigo en relación a otros? Supón que ese aspecto característico que hace singular a tu amigo o amiga es su color de pelo. Si consideras esa característica, entonces ya tienes un elemento concreto que puede ser utilizado para hacer una analogía.

3. Imagina que se trata de un color de pelo rubio. Intenta abstraerte y pensar en algún objeto, animal o cosa, que posee dentro de sus características un color que se asemeje al rubio. Al construir una analogía estás construyendo una relación de semejanza, por lo que cualquier elemento que presente una relación de este tipo servirá para tu analogía.

4. Supón que tu analogía es una metáfora, entonces la relación existente entre estos dos objetos es de carácter implícito. Por ejemplo, “El trigo de su cabeza brilla al sol”. La construcción de la imagen metafórica está dada por el carácter implícito de la analogía.

En otras palabras, la analogía está dada por el trigo, el cual tiene un color similar al rubio.

Otro ejemplo de analogía puede darse a través de la comparación, el cual presenta una relación explícita entre dos objetos, cuyo nexo es la conjunción “como”. Volviendo a la analogía anterior, esta se podría leer así “Tu pelo es como el trigo”.

Existen poemas y narraciones donde la analogía está presente a través de estas dos formas, la comparación y la metáfora. Te invitamos a imaginar y escribir tus propias analogías.